LA NIÑA INTERIOR Y LA INCOMODA ANSIEDAD

  ¿PUEDES RECORDAR A LA NIÑA INTERIOR QUE AÚN VIVE EN TÍ?

La mayoría de nosotras crecemos demasiado rápido, la vida nos atraviesa y sentimos la necesidad de ir adaptándonos a lo que acontece en cada momento. La familia, la escuela y la sociedad nos enseña y programan para que toda la atención la prestemos fuera de nosotras, y cuando solo miramos en el entorno nos encontramos con un mundo lleno de miedo y estrés. Y desde ahí es bien fácil convertirnos en mujeres llenas de miedos y estrés.

Mientras crecemos con la mirada en el exterior vamos ocultando a la Niña que somos en el fondo de nuestro Ser, sin darnos cuenta vamos disfrazando nuestra niña con innumerables mascaras o personalidades hasta llegar a la edad adulta.

De pronto llega un día que nos visita la amiga y hermosa Ansiedad, como un síntoma que nos arrasa desde lo más hondo de nuestro Ser, un síntoma  que nos hace parar, nos desubica de nuestra vida en esos momentos, nos impide avanzar en todas las áreas, en definitiva afecta a todo nuestro Ser.  Al mismo tiempo,  la vida sigue exigiendo de nosotras la misma fuerza, empatía en el quehacer diario,  se nos reclama la misma porción en  calidad y cantidad como trabajadoras, como mamas, como esposas o amantes, o como amigas etc.  Y nosotras que aprendimos a darnos y adaptarnos en todo momento y en cualquier circunstancia,  lo intentamos con  todas nuestras fuerzas hasta que  nuestra Niña Interior grita y nuestro cuerpo se paraliza.  Entramos en pánico porque no sabemos que nos está pasando, ya ha pasado el tiempo suficiente como para haber olvidado a nuestra pequeña niña que aun habita dentro de nosotras.

Esta niña que cuando era pequeña se le hizo daño, y seguramente sufrió en numerosas ocasiones, sin haber sabido gestionar sus propias emociones, porque no sabía. 

¡¡Nadie la había enseñado¡¡

Pero ahora que somos adultas y tenemos ansiedad tenemos la oportunidad de escoger entre dos opciones : si atiborrarnos de fármacos que adormezcan nuestros sentidos, y seguimos sin sentir a nuestra niña, o buscar en nuestro interior a la niña olvidada, reconocerla, satisfacerla, sanar sus heridas y amarla por siempre.

Sin  menoscabo de una atención medica en caso necesario para su diagnostico, te propongo  la segunda opción como viaje interior y tratar la ansiedad desde Tu Niña Interior.